“Para mí la empresa fue una clase de economía”, Jorge Aguado.

Ingeniero electricista, dirigente deportivo, instructor nacional de natación, DJ y musicalizador de eventos familiares y empresariales. Imposible encuadrarlo en un sólo casillero, Jorge Aguado nos cuenta su paso por la empresa tras 40 años de su primer día de trabajo.

 

Bueno, empecemos por el principio, ¿cómo fue el contacto con la empresa hace 40 años?

A fines del ‘84 me recibí de Ingeniero Electricista. En ese entonces, también era profesor de natación en el Club Estudiantes y ese verano estuve dando clases. Ahí fue donde conocí al Ing. Brutti. 

Un día sentados en la tribuna del club (ya era febrero) me propuso entrar a la empresa. Él necesitaba gente en el área de electricidad y yo recién salía de la facultad. Le pedí un mes para organizarme y el 1 de abril ingresé a trabajar. 

Creo que en cierta forma estaba destinado a trabajar en la empresa. Luis Losi, le compró a mi abuelo el local donde tenía una juguetería en la calle 25 de mayo. Y compraron ahí varios comercios, porque ahí se iba a construir un edificio alto, que después por un tema de cercanía con la Catedral, quedó en lo que es hoy el edificio donde funciona el Ministerio de Salud. 

Y después, por ejemplo, el síndico de la empresa, el cdor. Boggiani le compró a mi abuela la quinta en Sauce Montrull.

Uno de mis primeros trabajos, casualmente, fue ir a verificar la instalación eléctrica del edificio de 25 de mayo. Mucha casualidad.

 

Increíble esta historia… entonces, ¿cómo fue el ingreso, cómo era el trabajo?

Bueno, primero estuve en Paraná, en estas obras que estaban activas. Otro de mis primeros trabajos fue en San Luis, en la planta procesadora de uranio. El ing. Brutti me mandó allá para que hiciera todos los planos de la instalación eléctrica para que quedara todo registrado, ahí estuve 45 días trabajando.

También tuve muchos viajes al hotel Quirinale, por la obra de Altas Cumbres, muchos lugares. Y trabajé muchos años como encargado en el área de electricidad, hasta fines de la década de los 90. Si no me equivoco, en el año ‘97 el ing. Gabriel Losi me convocó para colaborar en el área de compras y suministros y hasta el día de hoy estoy en esto. 

 

¿Cuáles son las diferencias más significativas en la empresa entre 1985 y 2025?

Yo creo que además de la tecnología para la construcción, que claramente no existía en ese entonces, la forma en que nos comunicamos cambió totalmente. Con las obras nos comunicábamos sólamente por radio, teníamos cuatro turnos: a las 8, a las 11, a las 2 de la tarde y a las 5. Nos comunicábamos cuatro veces por día, las obras pasaban las novedades y pedidos, a veces se escuchaba mal, era todo un tema.

Durante un tiempo fui el encargado de estas comunicaciones, y venía los sábados a la mañana, a la tarde y domingos a la mañana. Muchos años hice esa tarea. 

Después, por ejemplo, lo que era la parte de compras en ese momento, había dos compradores en la oficina de Buenos Aires y ellos pedían cotizaciones allá, las pasaban a máquina de escribir, mandaban esto por correo, acá se recibía, el Ing. Brutti analizaba los precios, indicaba dónde había que comprar, mandaba a Buenos Aires, y ahí hacían la compra que después mandaban. Ese era el proceso. 

Internet revolucionó todo. Imaginate, cuando pasé al área de compras por correo electrónico pedía 5 o 10 cotizaciones en un instante, con respuestas rápidas. Ya era otra cosa. Hoy estamos hipercomunicados con las obras, los equipos están monitoreados online. Cambió todo. 

 

¿Y las similitudes?

Bueno, sigue siendo una empresa familiar en el mejor de los sentidos, donde hay contacto directo con los dueños de la empresa, hay fluidez en la comunicación. Nosotros intentamos siempre ser una empresa ágil a pesar del gran crecimiento y las distintas unidades de negocio que se fueron agregando y saliendo.

El foco siempre fue atender al cliente interno que son las obras, dar respuestas rápidas y apuntar a lograr la mejor calidad posible mediante la investigación y la tecnología disponible en cada época. 

 

¿Cómo fue manejar el área de compras en un país con tantas crisis?

Para mí la empresa fue una clase de economía. Cuando estaba en San Luis, año ‘85 y se estableció el desagio, no había precios, es decir, no se podía comprar nada. 

Nosotros estábamos en la planta de procesamiento de uranio y como no se podía comprar cables, nos mandaron cables usados, guardados de las plantas asfálticas. El cable de alimentación principal que iba del generador al tablero principal de la planta lo hicimos con cuatro tramos de cables empalmados, y funcionó. 

Pasé dos hiperinflaciones. Losi siempre nos buscaba tareas, cosas para hacer, para que pensáramos, nos entrenáramos. Y después vino la del 2001, que fue muy dura, muy dura para la empresa. Don Luis un día me llama y me dice que no podía explicarse cómo en un país como el nuestro había chicos que mueran de hambre. Entonces me convocó para organizar un comedor para alrededor de 200 chicos, que mantuvimos durante años, hasta que la crisis fue aflojando y los chicos dejaron de ir. 

 

Una anécdota…

Corría el mes de agosto de 2007 cuando el representante en Sudamérica de la firma TMC a la cual le comprábamos repuestos me invita a viajar a Bélgica a principios de septiembre a conocer la casa matriz y de paso cerrar la compra de unos repuestos para un motor de una recicladora que se necesitaba con bastante urgencia.

Pude viajar con el representante, conocer las instalaciones de la empresa, cerrar la compra de los repuestos y luego los dueños de la empresa nos invitaron junto a otras personas de la empresa a viajar a París para ver el partido inaugural del Mundial de Rugby 2007 (Los Pumas vs Francia). 

Viajamos en tren de alta velocidad desde Lieja a París y durante la mañana del día del partido nos llevaron a un club donde habían montado unas carpas para un almuerzo (Dia de Rugby que venden a empresas). Entre los disertantes estaba el jugador argentino Gonzalo Quesada (ex-Los Pumas y goleador del Mundial 1999) que estaba jugando en Francia. 

Cuando finalizó su disertación me acerqué  y me presenté (éramos los dos únicos argentinos en ese predio). Compartimos el almuerzo y luego nos llevaron a una de las canchas de rugby del club (previa pasada por vestuarios para disfrazarnos de jugadores)  para enseñarnos las nociones básicas del juego y al final jugar un partido.

Dividieron la cancha en estaciones donde en cada una se enseñaban las formaciones básicas (scrum, line, patear penales y drops, mauls, etc). Tuve el privilegio de que Gonzalo Quesada (fue el director técnico de Jaguares y hoy es técnico del Seleccionado de Italia) me enseñara a patear a los palos. En esa época integraba la Comisión Directiva del CAE y varios de los integrantes habían sido jugadores de rugby. Y yo les preguntaba: A uds. ¿Quién les enseñó a patear a los palos? Y me decían tal y tal. A mí: Gonzalo Quesada.

Para ir cerrando, ¿Algo que quieras agregar?

Un agradecimiento eterno a la familia Losi, que me acompañó en los momentos difíciles y me bancaron los errores que conllevó el aprendizaje. Me dieron mucha libertad para trabajar, eso es importantísimo. Conocí gente muy valiosa. Estoy muy agradecido.

1 comentario en ““Para mí la empresa fue una clase de economía”, Jorge Aguado.”

  1. Hoy Jorge ha compartido conmigo este enlace y me siento muy complacido de haberlo invitado a ese mundial, el solo necesitaba tener el pasaporte al día y como es una persona muy ordenada, obviamente lo tenía al día. Si no me falla la memoria fue el año 2007 y juntos vimos a los pumas ganarle a los franceses en su propio estadio, una locura, un gran partido y gran recuerdo para ambos, especialmente a Jorge. Hoy ya con mi propia empresa en USA y desde Miami les escribo para decirles que me siento orgulloso de tener el honor de conocerlo y viajaré pronto para Paraná a saludarlo y darle un fuerte abrazo. Eres un grande Jorge.💪🏻

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