De la docencia a la topografía

Walter Algañarás nos cuenta cómo cambió el rumbo de su vida inesperadamente un 1 de mayo en un obrador en Santiago del Estero, 22 años después.

¿Cómo fue su primer contacto con la empresa? 

La historia empieza en diciembre de 1998, cuando me recibí de maestro de grado. En ese entonces, como ahora, no estaba fácil conseguir trabajo. Yo había escuchado que la empresa Losi estaba trabajando en la zona de Santiago del Estero, donde yo vivía. Cuestión que pasaron unos meses, no me salía nada en la escuela, y un tío me recomendó y me llevó a presentarme al obrador un 1 de mayo.

¿Un 1 de mayo fuiste a presentarte para trabajar?

Claro, sí, el primero de mayo de 1999. A las 7 de la mañana en la empresa ya estaban trabajando y también haciendo su vaquilla con cuero para festejar el día. Así empezó todo, ese mismo día me fui de la oficina con una orden para el pre-ocupacional y a la semana estaba trabajando. A los 24 años empecé, tengo 48 ahora, sacá la cuenta… la mitad de mi vida. 

Y, ¿cómo fue ese primer tiempo? ¿Qué tareas realizabas? De maestro seguro que nada…

(Risas) Uno a veces se prepara para una cosa y la vida te propone algo totalmente diferente. Así que entré de ayudante de tareas generales haciendo de todo, desde sacar raíces para limpiar donde iba la ruta. Después pasé por balanza, otro tiempo también como ayudante administrativo, después volví a balanza y ahí me recomendaron para topografía, donde me quedé hasta hoy. 

¿Cómo cambió su vida este trabajo? ¿Qué planes tenía?

Cuando empecé a trabajar lo miraba a Don Julio (Krenz) y pensaba: “¿Cómo pueden estar tantos años?”. Y mirame ahora aquí (risas).

Cuando empecé a trabajar en topografía no me gustaba, yo no quería aprender. Imaginate que hacía dos años me había recibido de maestro, era para lo que me había preparado, lo que querían mis viejos. Pero bueno, la cosa fue distinta. Pasó el tiempo, conocí a mi mujer, al poco tiempo quedó embarazada y ya ahí uno empieza a pensar de otra forma, éramos una familia. Entonces decidí conservar este trabajo y empecé a aprender. Miranda, un topógrafo de años, fue mi maestro. Arrancamos con todo.

¿Cómo describiría su tránsito por la empresa? ¿Qué pasó en estos años?

Pasaron 22 años. Yo lo tomé con responsabilidad, le fue encontrando “el gusto” como se dice. Yo creo que todo trabajo si no lo hacés con cierta pasión, con cierta vocación, no sirve de nada. Y ahora que me toca estar del lado del maestro, siempre le digo a los que recién empiezan, que traten de aprender, el saber no ocupa lugar y te hace mejor… mejor empleado, mejor persona. Así que ahí vamos.

¿Cómo ha cambiado el trabajo del área con el paso del tiempo y la incorporación de nuevas tecnologías?

Hoy la tecnología si no tratás de acompañarla te pasa por encima. A mi me tocó hacer cursos de Autocad, aprender a trabajar todo lo que antes eran dibujos y cálculos a mano, ahora en la computadora. Antes en la obra el único que tenía computadora era el administrativo, imaginate lo que ha cambiado. 

Ahora tenemos hasta gente especializada en esto, Sebastián y Nicolás acá en Paraná se encargan de procesar toda la información que les mandamos desde el terreno. Siempre digo que nos toca hacer el trabajo sucio (risas). Antes era cinta, jalón y estaca. Hoy ya no se usa estaca, es totalmente diferente. Si bien el punto de partida es el mismo, las herramientas son otras. 

¿Cómo es trabajar en Losi? ¿Cómo lo describiría?

Yo lo considero como una familia. Para mí esto es una gran familia. Por el trato, porque los conozco muchísimo. Hemos compartido durante años, han pasado capataces, ingenieros, muchas personas. Y la relación va más allá de lo laboral. Cuando yo he tenido problemas personales y tuve que venir a plantear algo siempre me fui con una solución, con un respaldo. Y eso uno lo valora. Valora la persona, valora el trabajo, valora la empresa. Yo agradezco realmente que me hayan dado tanto. Yo acá empecé de cero, imaginate que estaba recién recibido de docente y hoy soy topógrafo. Pero bueno, en realidad, como una vez me dijo Carlos: “Es recíproco, cuánto le has dado vos a la empresa también”.  

¿Volverías a elegir este camino, esta vida?

Sí. Yo a través de la empresa conocí a mi mujer, tengo mis hijos, tengo mi casa, tengo un buen trabajo, hicimos familias amigas… Por supuesto que si me das la oportunidad de cambiar algunas cosas, arreglaría por ahí alguna que otra cuestión (risas) pero sí, volvería a elegir esta vida sin dudas. 

 

2 comentarios en “De la docencia a la topografía”

  1. Sé q valio l pena el extrañarte el tenerte lejos xq tenes tu trabajo q te sirve para subsistir y esa hermosa familia ya con tus hijos grandes .ya llegará el tiempo para compartir disfrutar todos los dias q n pudiste disfrutar tus hijos.orgulloda d vos mi corazon aunque lejos siempre presente hijo mio.gracias a Dios x darme los hijos con el corazon más grande.Dios t bendiga x siempre

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio